sábado, 9 de octubre de 2010

La esquela

"La muerte sólo será triste para los que no hayan pensado en ella". -Fenelón-

Una calle cualquiera de un pueblo. La parada obligatoria de las gentes en una edad adulta es nada más y nada menos ante el tablón de anuncios donde se suelen colocar, prácticamente a diario, las esquelas de las personas que han muerto el día anterior o ese mismo día.
Te fijas en ello durante una mañana, otra mañana, algunas veces incluso por la tarde, y observas como con total normalidad la furgoneta de la funeraria coloca una o dos esquelas, dependiendo de los óbitos que hayan sucedido en este corto espacio de tiempo, en el panel. Enseguida, y cada vez que un vecino pasa por el lugar, ya sea andando, en bici, en moto o en coche, se para a leer quien aparece con nombre en ese papel enlutadoy de tamaño cuartilla (tampoco es que se gasten mucho en la funeraria, son fotocopias). No es casual, es como leer el periódico todas las mañanas. Siempre, con unos pocos minutos de retraso sobre la noticia del tablón, suenan las campanas a muerto…Venancio se para y deja las bolsas en el suelo, sube las gafas hacia arriba de su frente para ver la letra teñida de triste luto, "no le conozco, ¿seguro que tendrá familia aquí?" se dirá a si mismo. Lucía aparcará el coche con total prcisión y muy pegada a la acera para no tener que bajarse del vehículo; El panadero también deja el pan que reparte en su furgón y aprovechará para echar un vistazo a la esquela, mientras reparte su preciado alimento tendrá tiempo para hacer un chascarrillo sobre el suceso con Josefa o con Dolores, "tenía 80 años y estaba viudo", dirá. Luego pensará que "otro menos al que venderle. ¡Aunque para el pan que me compraba!".
También surgen los comentarios en otros espacios del lugar, algunos corren como la pólvora entre los vecinos. La tía Amalia dirá a su prima Luz que se ha enterado de que alguién que conocía acaba de palmarla, ¿sabes quien se ha muerto? La realidad es que la gente se lo toma con mucha normalidad: Amalia, Luz, Venancio, Melchor, Enrique, Juana, el panadero, Lucía...
Algo tan tabú en la sociedad occidental como la muerte, llegado el momento, es parte de la vida en esos lugares con más tradición religiosa. La tristeza llega en cuanto ese ser es, o ha sido querido por sus paisanos, y vecinos; los hilos familiares con el fallecido hacen que las penas aumenten en el vecindario. "... Su apenada esposa, hijos, hijos políticos y demás familia, ruegan una oración por su eterno descanso... RIP. -Camel-


Fotograma del film La Dama y la Muerte [The Lady and the Reaper] is a Spanish animated short film produced by Antonio Banderas nominated at the 2010 Academy Awards. Watch it below.
Educar para la muerte
Según palabras del profesor de la Universidad Autónoma, Agustín de la Herrán Gascón, que cree en la necesidad de incluir la muerte como contenido educativo en la etapa infantil, “un tema como la muerte, sin duda alguna controvertido, tendría que introducirse en los campos educativos. La muerte como la vida debería entrar en las escuelas y trabajar en ellas desde la naturalidad y el rigor derivados de una buena formación”. La muerte, asociada al dolor, es un tema nada deseado y suele ser oscurecido por creencias y ritos. La medicina, la religión, la psicología paliativa, la filosofía y la literatura se han apoderado de ella”. Camel/Entender la muerte, Oscar Jara Albán. Ed.Babab

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