miércoles, 26 de enero de 2011

El frío de una diosa

La Rea helada (Madrid 2011). Photo by Camel
Resistió los bombardeos en Madrid durante la Guerra Civil, gracias a los milicias republicanas que cubrieron a la diosa todo su cuerpo y vestuario con sacos de tierra para que no saliese perjudicada. Pero ahora, la Cibeles, obra del escultor Francisco Gutiérrez, dicen que así es como la llamó siempre el pueblo de Madrid, está pasando frío, casi el mismo que tenemos el resto de los ciudadanos este invierno.
-¡Oh! Diosa de la fertilidad y de la naturaleza, trasládanos de continente ante este sombrío tiempo helado, por la crisis financiera (troquelada por los que más pintan en esta tierra, con todo su poder económico-son pocos pero tienen las tres cuartas partes de la riqueza del planeta-) y por el frío mes de enero que nos impide avanzar en lo cotidiano-.
La Cibeles cubierta de sacos terreros en la Guerra Civil
 Aunque ella, la Cibeles, resiste cual si estuviesen de nuevo cayendo sobre su carro y los leones que lo arrastran cientos de bombas, no se libró muchos años más tarde de que le arrancaran unos bárbaros la mano de piedra.
Mientras yo paseo desde Colón hasta el museo del Prado, ella, la Cibeles, que se instaló en el Paseo de Recoletos (1782) junto al Palacio de Buenavista y fue orientada hacia el Prado, protege el Banco de España, ya que, estando tan cerquita una del otro, si saltasen las alarmas de la Cámara del Oro por un intento de robo todas las habitaciones se inundarían con el agua de la famosa fuente que canaliza todo el cauce hacía allí. ¡‘Dios’ me libre a mi de hacerlo, de intentar robar el botín del Estado…! -Camel-

Rea
Los griegos la llamaban Rea, diosa de la fecundidad y la agricultura que nació en Frigia. Fue la madre del titán Cronos. Cibeles regía las montañas y gobernaba sobre todas las fuerzas. En la mitología griega es la divinidad más antigua de Asia Menor.

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