lunes, 10 de enero de 2011

La desidia de la Navidad

León 2011. Pintada en la calle. Photo by Camel
 Invierno 2011 (al poner la fecha, casi me confundo y regreso al año pasado). No sé por qué pero todos lo llaman nueva década, incluido yo, siendo así tendríamos que avivar el fuego del infierno. Nos sentaría bien porque vuelve el frío, el agua, la lucha cotidiana y ninguna historia nueva en el horizonte, o sí, depende. El caso es que se perciben las cosas igual o peor que antes de celebrar la ‘triste’ navidad. En mi caso no han sido tristes, o quizás sí, pero las escenas familiares me reconfortan y siento que el calor de la familia y los amigos acrecentan mis impulsos vitales. Tendrían que haber sido tristes porque tenía un motivo, recientemente falleció mi padre, pero creo que el valor de asumir la muerte como asumimos la vida es la única vía de sobreponerse a este acontecimiento en el que se involucran los sentimientos de las personas que te rodean, y las que no también. Brindé por él y por todos, por la familia y por los amigos... -Camel-

León, 29 octubre, jornada de huelga general en España. Photo by Camel
Yo estuve así, reviviendo la belleza de sentir las historias que forman ya parte de mi pasado, la infancia y la adolescencia. No en vano han pasado muchos años desde que abandoné la secuencia de mi vida en el lugar donde nací y crecí. En estos últimos meses, los del año anterior, sentí que las experiencias vividas en toda mi vida me sirvieron para entender las dimensiones a las que está sometido el hombre en su conjunto. El tener tan cerca la lucha con la muerte, el perder al mismo tiempo espacios exteriores olvidados pero que siempre han estado ahí, dieron un vuelco a la resistencia que había dentro de mi.-Camel-


Indignez vous (Indígnese)
“Crear y resistir, resistir es crear”. La frase es de Stèphane Hessel y me ocupó esas horas de reflexión a las que dedico parte de mi tiempo. Entonces leí ese artículo sobre el libro de 30 páginas de este autor de 93 años y que se ha convertido en la conciencia de Francia, ‘Indignez vous’ o ‘Indígnese’, en el que trata de concienciar a los jóvenes para que no permanezcan políticamente indiferentes en los tiempos que corren. Aplicarse el cuento cuesta, al menos aquí en este país llamado España, cuando sólo se piensa en tener éxito y en el dinero… Pero ya solo el hecho de que existan autores, además  nonogenarios, que escriban aunque sean solo 30 páginas, me gusta. Para qué leer más si, en pocas lineas se explica en qué mundo vivimos.  Yo ya recomiendo el libro que ha vendido, sin la intención de su autor, más de 600.000 ejemplares en Francia.
-Diario de invierno de Camel-

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